8.19.2009

Carla Estrada se enfrentó con éxito al machismo de la vieja tv

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Distrito Federal.- Carla Estrada (México, 11 de marzo de 1956) comenzó dirigiendo cámaras desde 1982 en la telenovela “Vanessa”, de Valentín Pimstein y desde esa fecha se enfrenta con éxito al machismo de la vieja televisión. Hoy por hoy es toda una figura en lo que se refiere a la producción de telenovelas.


La hacedora de “Quinceañera” (1987), es hija de una actriz (Maty Huitrón) y de un periodista. Estudió Sicología en la UAM Xochimilco, pero al año decidió cambiarse a Comunicación.


Su carrera es como la de cualquier profesional que empezó desde abajo en los medios de comunicación. Cuando tuvo su primera oportunidad como productora en el melodrama “Pobre juventud” (1986), luchó mucho hasta convencer a los mandamás de Televisa. Eran los tiempos en que en los melodramas sólo había lugar para Valentín Pimstein y Ernesto Alonso. Ella propuso un concepto juvenil que fue rechazado por los directores, hasta que su insistencia logró que le dieran chance de fracasar, como ella misma admitió tiempo después.


Carla Estrada tenía apenas 30 años y nadie quería trabajar con ella. Para su primera telenovela, sólo logró convocar a jóvenes actores, pero los adultos no quisieron. Los técnicos y directores tampoco creían en su trabajo, al grado que sufría agresiones verbales y en una ocasión fue física, cuando un técnico le pegó con un cable en las piernas, argumentando que fue un accidente.


En una empresa como Televisa, hace 25 años, una mujer no podía ocupar el puesto que Carla Estrada se ganó entonces a pulso. Los técnicos no estaban acostumbrados a que una mujer les diera órdenes por eso le hicieron la vida imposible.


Carla Patricia Estrada Huitrón, además de producir y dirigir cámaras, sabe de iluminación, de edición y hasta participa en la sicología de los personajes de cada telenovela. Su equipo es de toda la vida, llevan 20 años trabajando y todos han crecido juntos; por ejemplo, Mónica Miguel, siempre es su directora de escena y María Zarattini es la responsable de las historias y en cada telenovela integra a jóvenes recién egresados de las universidades para darles su primera oportunidad.


Desde siempre ha luchado y la vida le ha puesto pruebas contundentes, Carla recuerda que unos meses antes de terminar su carrera entró a trabajar a Televisa y no fue bien visto por su casa de estudios, al grado que es la única egresada de la UAM que presentó examen profesional para obtener el título de Comunicóloga, “pese a que en la UAM una vez que terminas de cursar las materias te entregan el título de licenciatura de manera automática”.


“Ceo que me exigieron hacer examen por dos factores: por una parte porque se enteraron que yo estaba trabajando en Televisa y, por otro lado, reconozco que había entregado un trabajo final muy malo”, contó en una entrevista.


Aunque pareciera que en esta profesión se tienen muchos amigos, la hacedora de éxitos como “Amor real”, reveló que no es así. De hecho, ella asegura que en cada proyecto suma menos amigos, conserva a sus amigos de la secundaria, preparatoria y de la universidad, si bien tiene amigos en televisión, que son buenos, “pero son los menos”, platicó la productora a EL UNIVERSAL meses atrás.


Estrada es la única que, durante las grabaciones de sus telenovelas, en cada escena, cortinilla, e intermedio, se hace presente. Se adentra en las historias, se siente parte de ellas; le gustar estar con los extras, peinar a sus actrices y rodearse de historiadores que respalden narraciones.


Entró a Televisa por casualidad, pues quien era su novio tenía caballos y cuando se fue de viaje se los dejó encargados para irlos a montar y uno de esos días un señor, altivo, le dio duro con el fuete a su animal, que salió disparado. Al tiempo, en una exhibición equina se encontró con el mismo señor, que para ella había sido un patán: se llamaba Víctor Hugo O'Farril, quien, mal encarado, le preguntó que había estudiado. Carla le respondió que Comunicación y la invitó a trabajar en su equipo, en el que no cobró durante un año.


Un día, para buena suerte de Carla, pero mala para una telenovela, se necesitaba un director de cámaras. Estrada le ofreció dirigir a O’Farril, a quien no le quedó de otra más que aceptar.


A la fecha Carla tiene 20 telenovelas, entre ellas cuatro en el género de época y cinco programas de televisión en su currículum y el siguiente paso será producir cine y hasta dirigir su propia película.

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