12.07.2008

[ESTRELLA DE TELENOVELA] Sebastián atravesó E.U. en motocicleta




Sebastián Rulli dejó por un momento los deberes de esposo con Cecilia Galliano e hizo realidad su sueño de atravesar en motocicleta todo Estados Unidos, acompañado por su amigo Pablo y su concuño Diego. Pero antes de irse, el actor, quien interpreta a Mauricio Sermeño en la telenovela Un gancho al corazón, pidió permiso a la producción para esta aventura que duró 16 días, en los que conoció los lugares emblemáticos que visitan miles de motociclistas cada año. El grupo salió de Laredo (Texas) y llegó hasta Chicago (Illinois).

Orgulloso, el actor nos platicó los detalles de la aventura vivida:

-¿Cómo surgió la idea de este viaje?
Es un sueño que teníamos desde niños, pero lo empezamos a planear hace 4 años, cuando comenzamos a andar en motocicleta, así que se nos ocurrió ir al aniversario 105 de la fundación de Harley-Davidson. Ahí nos interesamos y lo hicimos realidad.

-¿Cuándo compraste tu primera moto?
Exactamente en 2004, mientras grababa la novela Rubí. Recuerdo que no tenía mucho dinero, así que tuve que ahorrar para hacerme de ella.

-¿Qué camino tomaron?
El de la Ruta 66, que es la más vieja y la que cruza todo el país, desde Chicago hasta Los Ángeles (California).

-Descríbenos el recorrido...
Primero llegamos a Milwaukee y desde ahí tomamos esa ruta, que por cierto es histórica para cualquier motociclista. Además le dicen 'la madre de las rutas', pues es difícil seguirla, ya que se cortan muchísimos tramos porque casi nadie la usa. Y bueno, hay que obedecer los señalamientos, de lo contrario te pierdes. Luego estuvimos en Oklahoma, aunque debíamos estar al pendiente de lo que pasaba con el huracán 'Gustav', que nos venía pisando la cola. En fin, pasamos por muchas ciudades.

-¿Cuáles visitaste?
Laredo, Dallas, Kansas, Chicago, en donde nos quedamos 2 días con mi concuño Diego. En ese sito había motos de todos tipos, colores y tamaños. Inclusive estuvimos en conciertos y mercados relacionados con el asunto de las motocicletas, museos y bares. Y ya de regreso, otra vez Milwaukee, San Luis (Missouri), Springfield. Luego de eso bajamos por Oklahoma hasta Laredo, Matehuala (San Luis Potosí) y el DF.

-¿Dónde dormías?
Parábamos donde nos agarraba la noche, viajamos de 10 a 12 horas diarias y al anochecer descansábamos en los hoteles de las carreteras; no son de lujo pero tienen lo necesario para bañarte, desayunar y seguir adelante con el recorrido.

-Si necesitabas ir al baño, ¿cómo le hacías?
La verdad es que viajar en esta época es muy fácil, ya que existen los GPS (sistema de posicionamiento global), que nos indicaban cuál era la gasolinera más cercana.

-¿Cada cuánto le ponían gasolina?
Había que hacerlo cada 2 horas y media.
Y qué comían en los trayectos?
Sándwiches, por ejemplo; algo ligero, porque si comes demasiado y manejas, te sientes pesado. Al mismo tiempo tomábamos algo que nos hidratara, aunque en las noches nos deteníamos en un buen restaurante donde nos alimentábamos bien.

-¿Durante el recorrido te olvidaste de cuidar tu imagen como acostumbras?
Claro, porque no estaba dando vida a un personaje, así que me dejé la barba. Es que no era de andar en pose a cada rato, ni verme guapo, sino que se trataba de estar el mayor tiempo posible en la moto con mis cuates. Es más, hasta se me olvidaba peinarme. Sólo nos bañábamos, cargábamos gasolina y nos íbamos al siguiente pueblo.

-Debe haber sido duro, especialmente para ti que te esmeras en mantener una buena apariencia física...
Lo normal, pero durante esta aventura fantástica tuve que ponerme algo de protector solar, eso fue lo único que me preocupó. Me fui como Sebastián a pasármela increíble y divertirme muchísimo. Me considero un niñote en todo esto de las motocicletas, pues me ilusiona disfrutar de este tipo de cosas, que en verdad son un sueño desde que era pequeño.

-¿El colmillo que traes colgando del cuello tiene algún significado especial?
El dije es súper importante para mí, pues cuando compré mi primera moto conocí a quien me la vendió, y esa misma persona me regaló este colmillo de jabalí de la suerte. Me dijo que era para que me cuidara, así que cada vez que salgo de viaje lo llevo conmigo.

-¿Cómo fue el momento cuando llegaron a Milwaukee?
Era el sueño de niño hecho realidad, ya que siempre quise estar ahí y conocer el lugar donde hicieron estas motocicletas (Harley-Davidson). Sinceramente, es muy emocionante, aunque apenas era la mitad, ya que teníamos que regresar.

-¿Por qué no volvieron en avión?
Teniamos esa opción, sin embargo no quisimos, pues deseábamos seguir manejando y teníamos un acuerdo.

-¿Te costó mucho dinero esta aventura?
Créeme que es más barato tomar un avión, porque en gasolina, por día, te puedes gastar unos 100 dólares, y la misma cantidad en alimentos. Aparte están las playeras que me compré de cada lugar, parches y pins.

-¿Qué hicieron cuando los detuvo una patrulla en la carretera?
Nos dio miedo, porque no es nuestra tierra, pero le contamos al oficial que estábamos de viaje, entendió y sólo nos llamó la atención. Eso sí, hay que reconocer que la policía estadounidense es muy correcta.

-¿De qué forma resumes todo esto?
Como una ilusión increíble y memorable. Para cualquier motociclista es un sueño. Gracias a Dios, no hubo ningún percance, lo que sí es que hay que tomarse el tiempo suficiente para hacerlo.

-Mucho andar de arriba para abajo, pero dime, ¿para cuándo serás papá con tu esposa, Cecilia?
Cuando Dios quiera nos lo va a mandar, mientras tanto estamos haciendo nuestros deberes.

Fuente: TVNotas

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