Spanic habló del padre de su hijo
"Es el peor patán que he conocido"
Casi dos meses después de dar a luz a su primogénito, Gabriela Spanic decidió romper el silencio y contar las razones por las que terminó su relación con el padre de Gabriel de Jesús, Neil Pérez, con quien sostuvo un corto pero intenso romance.
La actriz venezolana nos recibió en su hermosa residencia de Miami y nos abrió su corazón para hablarnos, en exclusiva, sobre lo que sucedió durante el noviazgo con el padre de su bebé, y para revelarnos por qué no está dispuesta a perdonarlo.
Gaby, cuéntanos cómo conociste a Neil.
Lo conocí gracias a una ex amiga, más conocida como "la vecina", quien supuestamente era como su hermana. Ella siempre me hablaba de Neill y cuando estábamos juntas me lo ponía al teléfono. Así empezó la conquista meses antes de conocernos personalmente.
¿Quién era tu amiga?
No quiero decir el nombre. A ella le abrí las puertas de mi hogar y mi familia la conocía. A veces, yo me iba de viaje y ella me cuidaba la casa, tenía las llaves, sabía todos mis movimientos, hasta las claves de la computadora”.
¿Cómo fue que se acercó Neil a ti?
Primero me mandó un libro, Un ángel se acerca, de Deepak Chopra. Me decía que "la vecina" le había dado fotos mías y le había hablado maravillas de mí, que yo era buena hija, buena hermana, muy luchadora y él me dijo que quería una mujer así para su vida, que yo era espectacular porque, supuestamente, no me conocía del medio. Y así empezó todo”.
¿Y cuándo lo conociste personalmente?
En julio de 2007 viajó desde Venezuela. "La vecina" fue a buscarlo al aeropuerto, de repente bajó las maletas del carro y lo metió en mi casa, sin avisarme nada. Lo instaló en el cuarto y Julie Giliberti, quien estaba conmigo, es testigo de todo. A mí me dio pena reclamarle a ella delante de él, y le dije: "No me estás pidiendo permiso, estás usando mi casa sin autorización. Por esta noche está bien, pero quiero que mañana se vaya para un hotel". Y así fue.
¿Sentiste atracción hacia él cuando lo viste?
Sí, hubo atracción por parte de ambos. Él me trajo la virgencita de la Divina Pastora que todavía tengo. Es muy famosa en Venezuela porque hace muchos milagros. Al verla sentí algo bonito. Esa misma noche estaba Julie conmigo, nos pusimos a hablar de la vida, prendí el karaoke y empezamos a cantar. Yo le dije: "Tus ojos no ocultan lo que quieren hacerme"; y me respondió: "Es que eres demasiado bella, estoy enamorado".
Y no te pareció extraño, que llegara directo a tu casa sin pedirte permiso?
Yo soy muy católica, entonces me pareció muy lindo el obsequio de la virgen y el libro. Yo creía que él era un buen muchacho. Pero sí me pareció raro que esa misma noche se desaparecieran él y "la vecina". Salimos a buscarlos y cuando los vi, Neil estaba sentado y ella tenía su cabeza sobre las piernas de él. A mí me extrañó, porque ella es casada y con hijos. Eso no me gustó, me olió muy mal.
¿Qué hiciste entonces?
Le dije: "Somos amigas, nos conocemos hace casi cuatro años y no entiendo". Me respondió que él era sólo su amigo, su hermano, qué nada que ver. Sin embargo le insistí: "Tú eres casada y a veces dices que no eres feliz con tu esposo. Si te gusta, yo no voy a pelear por ningún hombre. Estoy acostumbrada a que ellos se peleen por mí, no al revés. A mí no me gustan esas confianzas, no estoy de acuerdo con esas manoseadera". Ella me aseguró que no pasaba nada entre ellos, que su esposo lo conocía. Después, todo se calmó”.
¿En qué momento notaste que Neil quería una relación seria contigo?
Al mes de llegar a Miami. Una noche me dijo: "No sé qué le pasa a 'la vecina', me tiene harto, no la entiendo". Y yo le respondí que tampoco la entendía. Luego, Neil compró un carro y ella me dijo que él había puesto el auto a nombre de ellos dos. Después de eso, pasaron tres días sin que él me hablara. De repente me llamó y me dijo: "He estado muy ocupado, arreglemos las cosas, tú eres el amor de mi vida, quiero tener un hijo contigo".
¿Desde el comienzo, te dijo que quería tener un hijo contigo?
Sí, me decía que siempre había querido un hijo varón y que yo era la mujer que se lo iba a dar. Él se estaba divorciando de su esposa, y me dijo que antes quería aclarar eso, pero no por mí. Me contó que había sido infiel varias veces, que su mujer lo sabía y que él no la amaba. Incluso se lo decía a ella por teléfono, delante de mí.
¿Y qué pasó con "la vecina"?
Después de que ella le habló maravillas de mí, empezó a decirle a Neil que yo hacía orgías en mi casa, que tenía un pasado negro, que era una cazafortunas, una destructora de hogares, que me metía drogas. Así que terminé por cortarle la amistad. Y entonces las cosas entre Neil y yo empezaron a ir muy bien, todo fue amor y felicidad.
¿Después Neil te propuso matrimonio?
Sí, desde que lo conocí, me dijo que quería casarse conmigo, que lo quería todo conmigo. Me invitó a Venezuela, conocí a su papá y me acompañó a recibir un premio en Maracaibo. En diciembre conoció a mis padres, los invitó a cenar y delante de ellos me pidió la mano. Yo estaba muy feliz porque todo era tan bonito y serio. En ese momento, ya tenía como un mes de embarazo”.
¿Cómo le diste la noticia?
Le regalé un oso de peluche azul con un sobre que contenía las pruebas de embarazo. Le hice una carta espectacular, le compré una tarjeta con una canción de bebé. Un día, me llevó a pasear en lancha a un santuario grandísimo, de todas las vírgenes, y pensé este es el momento para darle la noticia. Comencé diciendo: "No sé cómo decírtelo, pero toma". Y cuando él lo vio, se puso a llorar de la felicidad, se tiró al agua hacia atrás y empezó a gritar: "¡Voy a ser papá!, ¡voy a ser papá!". Yo también me puse feliz.
¿Siempre te apoyó con el embarazo?
Claro, él me decía: "Yo contigo voy con todo, ¿o acaso no te lo he demostrado? Me voy a responsabilizar". Yo pensaba: "Bueno, éste es el hombre". Me dejé llevar como toda mujer enamorada, ilusionada.
¿Cuándo empezaron los problemas en la relación?
En diciembre la pasamos bien, pero tuvimos algunos roces porque él es un comprador compulsivo. Antes de eso, su hija, que tiene 15 años, llamó y me dijo que sabía que nos queríamos, pero que en la escuela le decían: "¡Qué horror tu papá está con una actriz!". Alguien le metió en la cabeza que las actrices somos prostitutas y alcohólicas. Le dije que no le hiciera caso a esas compañeritas, pero Neil me comentaba que en realidad era la madre quien le estaba metiendo todo eso en la cabeza.
¿La ex esposa se metió entre ustedes dos?
Ella manipulaba a la hija para ponerla en contra de su padre y en mi contra. Le decía a él que se salvara de mí, que me dejara. Le repetía: "No hay una mujer que te ame tanto como yo, tómate tu año sabático si quieres, pero déjala ahorita, no conozcas a su hijo, que se acostumbre a no tener padre. Todavía estás a tiempo, sálvate". Todo eso era muy doloroso para mí.
Además de la ex mujer, ¿qué otros problemas tuvieron?
En México, a finales de 2007, tuvimos otro disgusto porque luego de que una amiga lo grabó con una cámara de video declarándome su amor, él comentó: "Qué ridiculez, borra eso, qué vergüenza". Y le respondí: "A ti como que te gusta el relajito". Esa noche me fui a cenar con mi amiga y, cuando regresé al apartamento, me di cuenta de que se había ido. Me puse a llorar del coraje, porque supuestamente lo humillé, cuando nunca le dije una grosería, no le había dicho nada.
¿En ese momento te pidió perdón?
Al tercer día de haber regresado de México, me llamó llorando y me dijo que el padre lo había desheredado, que lo había botado del trabajo, que lo perdonara. Y yo lo perdoné. Le dije: "Mi amor, ¿para qué están las parejas? Podemos montar un negocio juntos". Así que hablé con alguien para conseguirle trabajo como constructor y se quedó un mes conmigo. Por esos días, me metí a mi página web y vi que estaban hablando mal de mí. Se lo enseñé a él y me dijo: "Esa es mi ex". Luego se arregló con su papá y me contó que su ex mujer le estaba metiendo cosas en la cabeza a su padre, que lo estaba volviendo loco.
¿Cuándo se produjo la ruptura entre ustedes?
Cuando empezamos a discutir sobre el pasado. Neil es el tipo de persona que busca excusas para hacer sufrir a los demás, es como una enfermedad. Mi tía Milagros, que vino de Venezuela a acompañarme por un tiempo, me contó que Neil le decía que a mí me daban crisis y que una vez yo lo iba a golpear. Todo lo que le decía a mi tía aparecía después en una página web. Luego lo enfrenté con mi tía, pero no pudo sostener nada de lo que había dicho. Yo no podía estar con una persona que me hiciera llorar a cada rato. Él era muy inestable.
¿Pero te ayudaba con los gastos de tu casa?
Él aquí no pagaba nada. Cuando se mudó, me prometió que se iba a encargar de muchas cosas, pero después se hizo el loco. No ayudó con nada, ni con un mercado. Pagó la primera consulta del bebé y el resto lo pagué yo. Él no me daba paz, tampoco me ayudaba económicamente, no me servía para nada. ¿Qué iba a hacer yo con un hombre así?
¿Pero al menos te dijo que te iba acompañar durante el parto y con el bebé?
Un día me dijo: "Si nace antes del 8 de julio, ese hijo no es mío". A mí me dio de todo. Me puse muy mal, y al día siguiente, tuve que ir al médico. Fue horrible. Yo no paraba de llorar. Mi amiga Julie le dijo: "Eres un animal, ¿cómo puedes tratarla así? Voy a llamar al padre de Gabriela". Y él le respondió: "Llamen al verdadero padre de ese niño, y a mí no me molesten más". Lo negó y hasta el sol de hoy no puedo perdonarlo. Porque él no me conoció en un prostíbulo, me conoció en mi casa.
¿Crees que Neil va a buscarte de nuevo?
No sé… Si él quiere una prueba de ADN, yo paso por la humillación de dársela, pero va a tener que ser por medio de tribunales. Entonces tendrá que pagar retroactivos y la manutención, y si no lo hace, irá preso en este país. Todo lo que me hizo no tiene nombre. Es el peor patán que he conocido en mi vida.
Y después de todo lo que te hizo, ¿lo perdonarías si te buscara?
Yo no lo voy a perdonar, que lo perdone Dios. Él fue un tronco más en mi camino, me golpeó muy duro. Y a mi hijo lo que le va a sobrar es amor, que es lo más importante.
¿Piensas contarle al niño la verdad sobre su padre?
Yo lo voy a preparar cuando sea el momento. Le voy a decir la verdad. Soy una figura pública y se va a enterar de todas maneras. Para que mi hijo no sea un mal hombre, voy a tomar como ejemplo a su padre, para que sepa todo lo que le hizo a su mamá, y no le haga lo mismo a otras mujeres.
¿Neil te ha pedido perdón en algún momento?
Sí, me pidió perdón varias veces. El Día de las Madres me mandó un ramo de flores, y en el baby shower también me mandó otro. Quiso arreglar las cosas conmigo, pero ya era muy tarde.
Si tuvieras en este momento frente a ti a Neil, ¿qué le dirías?
Que, si quiere resarcir todo el daño que nos ha hecho a mí y a mi hijo, tendrá que pedir perdón públicamente, porque yo a él le di su lugar siempre.
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