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A esta venezolana de belleza serena y natural, donde destacan sus maravillosos ojos azules, no puede irle mejor. La profesión le ha regalado uno de sus mayores retos interpretativos con la historia de suspense: ¿Dónde está Elisa? Además, tiene por compañero a Gabriel Porras, su marido. ¿Se puede pedir más? Ella misma lo cuenta.
-¿Cómo te sientes protagonizando esta producción?
-Estoy encantada porque me exige mucho como actriz. Interpreto a una mujer cuya hija desaparece y por ello sufre una gran angustia. Se da cuenta de que su vida no era perfecta, como pensaba. Es un personaje maduro, me hace sentir cómoda.
-Vuelves a trabajar con Gabriel, ¿chocan vuestros egos?
-En absoluto. Cada uno sabe bien quién es el otro como actor y como persona, porque ya hemos coincidido otras veces. Nos respetamos.
-¿En vuestra relación personal os complementáis?
-Pensamos de la misma manera en las cosas importantes, pero somos muy distintos, la verdad.
-¿Habéis pensado en tener hijos o de momento preferís dedicaros a vuestras carreras?
-Ya veremos, lo que Dios quiera. Hay personas que desean tener muchos hijos, yo no. Seré feliz si la vida es benévola y me da uno.
-¿Crees que hay que estar preparado para formar una familia?
-Depende de en qué etapa estés, ya que un hijo implica muchos cambios, es una gran responsabilidad. A veces los posponemos para realizarnos profesionalmente, pero creo que no hay que verlos como obstáculos, sino como una gran razón en nuestras vidas que nos motiva a seguir creciendo.
-¿Qué te gusta, por encima de todo, de tu profesión?
-Que es como un juego donde manejo situaciones y personajes. En esta carrera hay mucho estudio, concentración y horas de trabajo extenuante, pero te permite jugar, es divertida. Yo, que no tengo hijos, ya he sido madre cuatro veces, y de niñas mayores. A veces he de odiar a alguien con quien me llevo bien o amar a alguien que no me transmite nada. La actuación es así.
Fuente: Revista TeleNovela
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